Todas las empresas saben (o pronto sabrán) que en los próximos años tendrán que ir acercándose cada vez más a la nube. Hasta ahora, la forma más popular de trabajar con cloud computing era utilizando algún servicio en la nube pública. Esto significa interactuar con servidores ajenos desde los que se accede a distintas plataformas y tipos de información. Sin embargo, este modelo ha recibido críticas relacionadas con problemas de seguridad, lo que es un riesgo demasiado grande para una compañía. Aunque estos problemas son cada vez menos frecuentes, comenzaron a aparecer iniciativas relacionadas con la nube privada, que tiene un costo mayor que la nube pública pero ofrece la tranquilidad de que toda la información esté “en casa”. Un nuevo enfoque propone combinar lo mejor de ambas: la nube híbrida.
La idea de la nube híbrida es mantener de forma simultánea servicios que funcionan en la nube pública y en la nube privada. Planificando una buena combinación de ambas, el departamento de IT puede encontrar la forma de mantener la enorme flexibilidad que ofrece la nube pública y sostenerla, a su vez, con la seguridad de la nube privada. Se trata entonces de determinar qué tipo de operaciones funcionan en cada lugar de la nube y establecer una comunicación eficiente entre ambas partes. Según una encuesta, el 21% delasempresasdeIT están migrando en este momento hacia soluciones híbridas y se espera que en tres años se triplique su presencia.
Las principales ventajas de la nube híbrida son:
– Flexibilidad: Mientras que las herramientas críticas se quedan en el lado privado, el resto pasa al lado público. Es importante que esta relación sea dinámica y fluida.
– Escalabilidad: En casos de necesidad ambos lados de la nube pueden derivarse tareas mutuamente para poder manejar grandes cantidades de trabajo.