América Latina crece a un ritmo constante, como nunca en su historia. Según distintas estimaciones, ese crecimiento seguirá vigente más allá de 2020, llegando a un promedio del 4-5% anual en la región. De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Latinoamérica crecerá más que Europa en el período 2013-2020.
El informe muestra que la región ha ido construyendo propuestas sólidas para los inversores y mejorando sus mercados internos. Según la CEPAL, el período mencionado “será un ciclo de bajo crecimiento en las economías industrializadas y de dinamismo en las economías emergentes”. El desarrollo industrial latinoamericano, con una producción creciente de tecnología, energía y productos primarios con valor agregado, es hoy una ventaja competitiva frente a economías ya establecidas y menos flexibles.
Los especialistas postulan a América Latina como una región ideal para invertir en los próximos años: su crecimiento se sostiene en el proceso de industrialización, la expansión de los mercados y el crecimiento de los consumidores.
Según un estudio de Frost&Sullivan, la clase media regional crecerá hasta constituir un 51% de la población en 2020, lo que permitirá que el aumento de producción que resulte del crecimiento industrial se sostenga a nivel de demanda.
Otros factores positivos son la profesionalización y potencia creciente de la fuerza laboral latinoamericana, la relación con economías fuertes como China y Rusia, la confianza en el desarrollo tecnológico (a fines de este año, la mayoría de los países de la región contarán con conexiones 4G) y la presencia internacional de multinacionales de esta región (para 2020, el número de compañías latinoamericanas en la lista Fortune 500 se duplicará).