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Un mapa de los deseos

La revista Forbes publicó un ejemplo que muestra la importancia de optimizar el tiempo y la calidad en el análisis de datos.

Imaginemos un vendedor que aporta anualmente 4 millones de dólares a la compañía. Ese vendedor invierte aproximadamente un 10,5% de su tiempo en definir la solución adecuada para un cliente, prepararla, ponerle precio y finalmente entregarla. Si en una fuerza de 100 vendedores similares se logra reducir en tan solo un 1% el tiempo invertido de cada vendedor en el trabajo con la información, la compañía podrá incorporar cerca de 42 millones de dólares extra por año. Estas son las grandes posibilidades de trabajar con Big Data.

 

Como en un viaje en barco donde se llega más rápido si se tiene el mejor mapa, la utilización, procesamiento y análisis de Big Data ofrece un mapa del deseo de los clientes capaz de llevar a cualquier negocio a una mejor posición. A cada momento los clientes envían sus coordenadas, telegrafían sus mensajes diciendo: “Estoy aquí, compro este tipo de productos, necesito estos otros”.

 

Hasta hace no mucho tiempo esas coordenadas eran indescifrables y no existían los medios necesarios para poder compartirlas. Hoy en día el mapa de los negocios tiene más mensajes que nunca y la tecnología tiene la capacidad de encontrar cuál es el mejor camino para recorrer.