“Para ganar, tengo que jugar yo”. Estas fueron las palabras del basquetbolista estadounidense Michael Jordan tras marcar 20 puntos en un partido. A contramano de las habituales alabanzas al trabajo en equipo, la frase de Jordan planteaba que el talento individual era más importante que el trabajo en conjunto. ¿Es esto cierto? ¿Y si lo es, vale para todo ámbito?
Un reciente artículo de El Cronista retoma la anécdota para discutir la habitual costumbre de muchos ejecutivos de pensar sus esquemas de trabajo en términos deportivos. ¿En qué se parecen el deporte y los negocios? ¿Y en qué se diferencian?
De acuerdo a Mark de Rond, profesor de estrategia y organización de la Escuela de Negocios Judge en la Universidad de Cambridge, la tentación de usar el deporte como modelo para las empresas es fuerte y muchas charlas motivacionales giran en torno a estas metáforas. Sin embargo, las últimas tendencias del pensamiento gerencial se oponen a la lógica de Jordan y otros deportistas estrella: en los negocios, la colaboración y el trabajo en equipo suelen ser la clave del éxito.
Según de Rond, en el ámbito empresarial, los ganadores son aquellos capaces de trabajar en armonía con sus pares. “Cuando los equipos trabajan bien es debido y no a pesar de las diferencias individuales”, concluye.
Además, las tecnologías pueden potenciar la colaboración. Soluciones como SAP StreamWork permiten reunir personas e información en un solo espacio de trabajo, facilitando el intercambio de ideas, la estructuración de discusiones y la creación de consenso.