La cultura de diseño se ha convertido en una herramienta estratégica en el mundo de los negocios al abrir nuevos caminos hacia la innovación empresarial. Design Thinking es una forma de pensar con creatividad, a través de métodos poco convencionales en el ámbito de los negocios.
Las metodologías de pensamiento de diseño se enfocan en la interacción con el mundo real y la experimentación. Cuando esta forma de pensar se aplica a los negocios, los miembros del equipo adquieren el potencial de desarrollar visiones innovadoras y atrevidas que pueden conducir a nuevas oportunidades de negocio.
Jeanne Liedtka es una experta en innovación de la escuela de negocios de la Universidad de Virginia que ha elaborado cuatro preguntas clave para el Design Thinking:
1) ¿Cuál es la oportunidad? El pensamiento de diseño empieza identificando un área de oportunidad, no una solución. Para hacerlo, lo mejor es observar a gente real en su ambiente natural.
2) ¿Qué pasaría si…? La segunda etapa consiste en imaginar soluciones. Con la lista de las necesidades identificadas durante la observación, debemos pensar en diferentes ideas para satisfacerlas.
3) ¿Qué sorprende? Una vez que tenemos las soluciones posibles, debemos pensar en cuáles tienen más posibilidades de funcionar.
4) ¿Qué funciona? Por último, se crean prototipos para cada una de las opciones y se presentan a los clientes. Estos prototipos deben ser muy simples y nos permitirán escuchar sus opiniones con una mínima inversión.
