Que la tecnología móvil impacta de manera positiva en la industria bancaria es un hecho conocido. Incluso, que lo hace por partida doble: a nivel interno, le brinda herramientas más eficientes a los gerentes y empleados para gestionar de manera más dinámica y eficiente su información y, a nivel externo, cada vez hay más aplicaciones móviles, a través de las que los clientes pueden monitorear sus cuentas y gastos, realizar transferencias y pagar sus servicios e impuestos en todo momento y desde cualquier lugar.
Pero esto ya lo sabemos. La pregunta es, ¿qué viene después?
Así aparece como posible respuesta a este cuestionamiento, la tecnología de Comunicación de Rango Cercano (NFC). Se trata de un sistema de comunicación inalámbrica que funciona por proximidad (similar al Bluetooth) y que ya se está integrando a smartphones y tablets.
La industria bancaria es una de las que más fuerte está trabajando para impulsar la NFC. La idea es que nuestros dispositivos móviles cuenten con esta tecnología para realizar pagos y compras de manera rápida y sencilla. Ya no será necesario llevar en la billetera distintas tarjetas de crédito: todas estarán en el celular y podrán ser usadas de forma rápida, segura e inmediata.
El Royal Bank of Canada, cliente de SAP, se presenta como una de las primeras entidades bancarias que podría lanzar una prueba piloto que aplique este sistema. Hacer foco en el desarrollo de la banca móvil es el nuevo camino estratégico para asegurar la lealtad y satisfacción de los clientes en la industria bancaria.
La tecnología NFC permite que dos dispositivos intercambien información en el instante solamente con acercarlos el uno al otro. La comunicación entre ambos dispositivos es controlada por un canal encriptado, que permite realizar pagos y transacciones de manera segura.