Ese es el hilo conductor de la Iniciativa Global de Clinton 2013: pasar de pensar a realizar.
El evento contó con una lista de invitados muy diversa, que iba desde jefes de estado, a filántropos globales, pasando por CEOs. Todos los años un grupo de líderes en estas áreas se reúne en Nueva York con un impresionante objetivo: crear e implementar soluciones innovadoras que buscan resolver los retos más difíciles del mundo actual.
Este año, el encuentro se centró en el impacto energético, el rol de las mujeres en la economía global, el futuro de la sanidad, el poder de los pequeños negocios y los emprendedores, y la promesa de las nuevas tecnologías. Pero además, uno de los elementos más importantes fue el de los recursos naturales, en términos de sostenibilidad.
Vivimos en una época en la que la tecnología – y la necesidad de resolver los problemas de recursos que sufre el planeta – han unido a los líderes en un mismo propósito de comenzar a hacer grandes cosas, como respuesta ante este problema.
Entre otros líderes de negocios presentes, se encontraba Bill McDermott, Co-CEO de SAP. Durante unos 40 minutos, los ponentes discutieron diversos aspectos relacionados con la temática medio-ambiental, con la tecnología como hilo conductor.
Sobre la cadena de suministro, McDermott compartió su idea de que el uso de Big Data y la información en tiempo real en una red de negocio, permite encontrar nuevas percepciones para determinar si el proveedor o vendedor, cumple los estándares de la red de negocio.
Esto crea una cadena de valor, que se basa en la sostenibilidad y la trasparencia, lo que permite a los consumidores abandonar aquellas marcas que no puedan probar llevar a cabo prácticas responsables con el medio ambiente, según sostuvo McDermott.
Después hizo énfasis en que esto es lo que ambos -empleados y consumidores- quieren, pero es imposible de conseguir sin la colaboración entre empresas y una estrategia bien cimentada.
McDermott también habló sobre la evolución de la colaboración: “Es necesario incluir al equipo de trabajo en las decisiones que toma la empresa”. Así, el equipo estará involucrado en el objetivo de reducir las emisiones de carbono, y en la trasparencia en cuanto a las emisiones de CO2 de la organización.
Esta co-innovación, como la ve McDermott, se extiende más allá de los trabajadores y requiere repensar el modelo de negocio completo para convertirlo en uno sostenible.