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Empleados motivados en cinco pasos

De más está decir que las personas felices trabajan más y mejor.

Y la felicidad, no implica solamente más dinero. Con simples y pequeñas actitudes diarias, puedes mantener a tu equipo unido, entusiasmado y mejor predispuesto. Es solo cuestión matemática: motivación es felicidad y felicidad es productividad.

Entonces, ¿cómo puedes lograrlo?

Demuestra compromiso: La tecnología y los dispositivos móviles tienden a disminuir los encuentros cara a cara. Pero no hay sustituto para ser visto y escuchado en persona. Es importante hacerse tiempo –al menos una hora por día- para interactuar con el equipo y demostrar interés, respeto, curiosidad y admiración.

Premia a tu equipo: Algo tan simple como un “gracias” o una felicitación puede generar un enorme entusiasmo. Cuando un miembro del equipo realiza un buen trabajo, reconócelo y prémialo. Y no hablamos de un regalo impersonal. Analiza sus gustos y crea algo personalizado. Una pequeña celebración nunca está de más.

Sé honesto: Mira a tus empleados a los ojos y diles la verdad. Cuando un líder es deshonesto, la confianza y el respeto desaparecen. Las noticias malas se aceptan mejor cuando se transmiten con honestidad y confianza.

Piensa en los detalles: Mantener un equipo unido y motivado es clave para fomentar el trabajo duro. Un ambiente agradable, actividades especiales como yoga o meditación, o repartir algunos dulces son estrategias que mantendrán a tu equipo entusiasmado y listo para maximizar su rendimiento.

Anímate a delegar: Confía en tu equipo. Tus empleados también pueden resolver problemas y realizar trabajo que tú no puedas hacer. Sé sincero y cuando delegues tareas explica por qué lo haces.

Contar con un equipo motivado es más importante de lo que parece. Y la buena noticia es que hacerlo es muy sencillo. Recuérdalo: es solo una cuestión de actitud.