Con más dispositivos móviles que personas, la tecnología Machine to Machine (M2M) se ha convertido en una tendencia a nivel mundial que conecta personas y objetos desde cualquier lugar.
Internet comenzó a penetrar en nuestros hábitos cotidianos y demostró que podemos utilizar sistemas informáticos para conectar nuestro automóvil con nuestro garaje, la cafetera con el despertador o para que el médico pueda controlar nuestro nivel de azúcar en sangre o ritmo cardíaco desde la comodidad de nuestro hogar.
Aunque pueda parecer utópico, lo real es que Internet de las Cosas es una vía sustentable para solucionar la escasez de recursos en diferentes lugares del mundo.
El caso Grundfos
La compañía danesa Grundfos ha ideado una forma sustentable de prestar el servicio de agua potable en algunos países en desarrollo.
Con su sistema es posible extraer agua del suelo, brindar agua potable en un circuito continuo de energía por medio de paneles solares y dar acceso al agua en cada casa por medio de dispensers.
¿Cuál es el rol de Internet de las Cosas en este proceso?
Mientras se brinda suministro de agua a las casas, los sistemas conectados de Grundfos recopilan información sobre el flujo de agua, la vibración, la temperatura y las redes de agua corriente.
El beneficio extra: es posible pagar este servicio a través de una aplicación móvil. Con esta información y las tecnologías analíticas, se realizan controles para conocer el estado del servicio y mejorarlo.
El mundo que ya existe
Mientras que se espera que haya 50 mil millones de dispositivos conectados para 2020, estas soluciones ya están en medios de transporte, estaciones de servicio y centros de salud.
La tecnología M2M es la convergencia perfecta entre movilidad, Big Data y la computación en la nube. Estas tecnologías ofrecen soluciones que brindan comodidad y reducen costos, tiempo y espacio físico.
Y tú, ¿Ya te conectaste al mundo?