¿Recuerdas el último partido de la NFL que viste? Hagamos una breve recapitulación: cada jugador dio lo máximo de sí, cada equipo luchó por concretar más anotaciones que el contrario, cada jugada fue clave para que un contendiente se llevara el triunfo indiscutible. Y durante todos estos momentos, ¿quién fue el principal protagonista? Claro, el balón.
No lo podemos negar, él es el rey que da la victoria al mejor contendiente. Sin embargo, aunque siempre estará en la mira de los espectadores, el balón no se vislumbra en la nueva forma de crear estrategias que marquen el futuro de este aguerrido deporte.
Ahora ha llegado una nueva soberana al juego: la tecnología. Sí, las innovaciones están haciendo una gran diferencia. ¿Cómo? Con el monitoreo en tiempo real de todo (excepto el balón) lo que está dentro de la cancha.
Esto se logra gracias la excelente precisión de las etiquetas RFID que identifican un objeto marcado en un espacio delimitado, en este caso los jugadores con respecto a la cancha de fútbol. A través de dispositivos RFID que se incorporan al uniforme del jugador (uno en cada hombrera), se manda una señal (25 veces por segundo) de ubicación y movimiento, que recibe una red de sensores (20 sensores localizados en todo el terreno de juego). Esta información puede analizarse en plataformas especiales (como SAP HANA) en tiempo real, para determinar jugadas y tácticas que ayuden al equipo a ganar.
La tecnología en el deporte afecta incluso a los árbitros y marcadores del terreno (square pylons), ya que estos tienen etiquetas similares para controlar cualquier movimiento en la cancha. El único que no cuenta con un dispositivo es el balón, en gran medida para no afectar su peso ni interferir en su vuelo y trayectoria.
Con esta tecnología de monitoreo se puede medir la velocidad, aceleración, distancia y en ocasiones, hasta el desempeño físico del jugador. Estos datos se emplean tanto en los entrenamientos como en los partidos, con el fin de mejorar el rendimiento del jugador y optimizar la estrategia de juego. En otras palabras, esta tecnología es el asesor infalible del coach, disponible en todo momento, con la mejor información para tomar decisiones precisas y acertadas en cada jugada.
Es un hecho, el futuro del deporte ha llegado. Combinar las habilidades de los jugadores con una estrategia planeada con base en medidas específicas y precisas de cada elemento, con la posibilidad de ajustarse al instante, es una realidad que enriquece al juego y al espectáculo deportivo. Hasta los grandes jugadores reconocen las ventajas de la tecnología aplicada al deporte: “El juego ha cambiado. La tecnología nos brinda la oportunidad de analizar datos con mayor rapidez. Se trata de brindarles una mejor experiencia a los aficionados para que sientan que son parte del juego. Cuando eso sucede, el juego crece”, Marshal Faulk, ex jugador de la NFL e integrante del salón de la fama.
Y no sólo en la NFL, también otros deportes aprovechan la tecnología para hacer cada disciplina más competitiva y precisa, con o sin balón. Ahora, ¿cómo verás el siguiente partido de fútbol americano? ¿Tu atención seguirá al balón o pensarás en las etiquetas RFID?