El Día Internacional de la Mujer, celebrado a escala mundial el 8 de marzo, pone de manifiesto los progresivos avances alcanzados por el género femenino en las áreas sociales, económicas, culturales y políticas.
En mi opinión, son pocas las personas que han trabajado más denodadamente por hacer de esta fecha un día de celebración que la fundadora de la WTA (siglas en inglés para la Asociación Mundial de Tenis Femenino) y pionera en la lucha por la equidad de géneros, Billie Jean King.
Siendo artífice de la denominada “Batalla de los sexos”, acaecida en 1973, Billie Jean hizo de éste un evento histórico de magnitud, al aceptar el reto planteado por Bobby Riggs, antiguo No. 1 de la ATP (siglas en inglés para la Asociación Mundial de Tenis Masculino), de jugar un partido de tenis que demostraría – según creía el antiguo campeón de la rama masculina – que a pesar de sus años, estaba en capacidad de derrotar a cualquiera de las mejores jugadoras profesionales de la época.
Recuerdo que en vísperas del enfrentamiento deportivo, parecía que el futuro mismo del género femenino descansaba en los hombros de Billie Jean. Luego, cuando se jugó el partido y King derrotó inapelablemente a su rival, el mundo entero estaba presente para presenciar este logro. Yo, por ejemplo, tenía 12 años de edad y vivía en ese entonces en La Paz, Bolivia. Y recuerdo claramente que mis padres nos animaron a observar el partido por televisión, haciendo de la transmisión un gran evento de carácter familiar.
El triunfo de Billie Jean demostró que, aunque mujeres y hombres no son iguales, sí cuentan con capacidades similares y merecen disfrutar de los mismos derechos. Esa noción de equidad de géneros fue dinámicamente impulsada por mis progenitores en el entorno de nuestro hogar y hoy, en retrospectiva, siento que ese juego fue tan trascendental para mí como el aterrizaje del hombre en la luna, unos años antes. Para mí, el triunfo de Billie Jean marcó un momento de mi vida que jamás olvidaré.
Desde entonces, la WTA ha disfrutado de un crecimiento irrefrenable. Prueba de ello es que el total de premios otorgados a las vencedoras de los torneos femeninos se han disparado, de US$309,100 en 1971 a más de US$130 millones en 2016. Nuestro grupo internacional de competidoras se diferencia de cualquier otro en al ámbito del deporte femenino mundial, toda vez que evoluciona sincronizadamente, marcando una era positiva dentro de nuestra historia.
Décadas de progresión en el desarrollo de modelos para la mujer
A finales de los años ochenta y comienzos de los noventa, la WTA obtuvo acceso a un torneo que se iba a desarrollar en la ciudad de Leipzig, entonces parte de la República Democrática de Alemania (RDA), que regía sus destinos a la sombra del dominio soviético. Por ese entonces, tal incursión parecía inconcebible, pero gracias a la tenacidad y valor de mujeres como Steffi Graf, campeona reinante de la WTA y la más destacada atleta del mundo en esos años, fue, no solo posible, sino realmente trascedente. Fue, tal vez, un preámbulo de lo que habría de llegar, pues solo unos meses después, el Muro de Berlín caería y la faz del planeta cambiaría por siempre.
La WTA también hizo enormes esfuerzos por adentrarse en el ámbito latinoamericano y de la mano del éxito alcanzado por la argentina Gabriela Sabatini, promovió la creación de torneos femeninos de tenis de primer nivel en países como Brasil, México y Colombia.
Nos enorgullece afirmar que, en la última década, hemos logrado ampliar nuestra presencia global, abarcando importantes naciones y regiones como China y Medio Oriente. Recuerdo que cuando se jugaron los primeros torneos en Dubai y Doha, en este último solo existía un canal de deportes a nivel nacional. Hoy en día, BeIN Sports, canal concebido por el gigante de medios Al Jazeera, es considerada una de las más destacadas empresas de medios del planeta. Por su parte, Qatar ha pasado de ser el país anfitrión de las Finales de la WTA (durante los años 2008 a 2010) a constituirse en la futura sede de la Copa Mundial de Fútbol de 2022. Me complace decir que desempeñamos un papel protagónico en el desarrollo de los deportes profesionales en esa nación, llevando competencias de escala internacional a un país donde las mujeres apenas comenzaban a descubrir sus aptitudes para el deporte y sus capacidades atléticas. Indudablemente, nuestros esfuerzos colaborativos para llevar torneos de jerarquía a dicha sociedad ayudaron a promover el cambio y su crecimiento cultural.
Como sucedió anteriormente con campeonas como Graf y Sabatini, el reciente surgimiento de la superestrella Li Na nos ha permitido traspasar el umbral de los mercados chinos. El año pasado, la WTA celebró torneos en ocho ciudades diferentes (cuadruplicando el número de ciudades que albergaban anteriormente eventos de magnitud), incluyendo tres de primer nivel: Beijing, Zhuhai y Wuhan, esta última cuna de Li. Reconocida por la afamada publicación Time Magazine como una de las mujeres más influyentes en 2014, Li sigue hoy las huellas de la misma Billie Jean, catalogada por la cadena CNN como una de las mujeres más influyentes de la historia. Es maravilloso descubrir cómo nuestro deporte sirve de plataforma para el ascenso de atletas excepcionales, constituyéndose en un faro de luz para sociedades de los diferentes rincones del planeta.
Hemos tenido la fortuna de contar con superestrellas de escala global como Chris Evert, Martina Navratilova, Li, Graf, Sabatini, Mónica Seles, Venus y Serena Williams, y Maria Sharapova. Estas superestrellas han gozado de ciclos vitales que las han llevado de grandes promesas a campeonas legendarias, convirtiéndolas en perdurables modelos para las nuevas generaciones de mujeres y niñas. Nuestro panteón de leyendas del tenis femenino crece sin cesar, dando cada vez mayor realce y perdurabilidad a nuestra práctica deportiva.
La nueva era dorada (y digital) de los deportes femeninos
La asociación comercial de la WTA con SAP promete utilizar la tecnología como medio para ayudar a mujeres de todo el mundo a ser más sanas y explotar más cabalmente su potencial. SAP compila y analiza datos con el fin de ofrecer una valiosa representación de la información que las atletas requieren para maximizar su desempeño deportivo. Gracias a tecnologías tales como las disponibles en el software SAP Tennis Analytics for Coaches, las tenistas podrán establecer una mejor estrategia de juego, determinando los mejores destinos para sus lanzamientos, y observar su propio desempeño a un nivel macro. Por primera vez en la historia, el software y las tecnologías de SAP ayudarán a determinar con precisión las tendencias a seguir en áreas de importancia como los tiempos de recuperación corporal y descanso atlético, permitiendo a las jugadoras elevar su desempeño en la cancha, incluso cuando se hallen descansando.
Sobra decir que los análisis realizados por SAP en beneficio de las atletas están aportando datos que tendrán ulteriores aplicaciones, no solo para las deportistas en sí sino para las mujeres en general. De la mano de SAP, sentimos que nos acercamos al umbral de una era dorada de grandes avances médicos que ayudarán a las mujeres a disfrutar una vida más prolongada, productiva y sana.
Cuando comencé a trabajar con clientes de la WTA en la firma Octagon, por allá en el año 1988, solo las más importantes jugadoras generaban suficientes ingresos para tener una vida cómoda. Esas mujeres tuvieron que trabajar incansablemente y sacrificar casi todo por tener la oportunidad de convertirse en las mejores del mundo. Por ello, fue un privilegio ser parte del grupo de personas que lograron identificar las capacidades que esas deportistas tenían para sobresalir, los valores que las inspiraban y motivaban, y las oportunidades que les permitieron ampliar la plataforma sobre la cual estaban erigiendo su carrera. Las mujeres que hoy hacen parte de la WTA gozan de un éxito cada vez mayor, gracias a un nivel de profesionalismo sin parangón, un desempeño superior y sesiones masivas de entrenamiento que se traducen en un maravilloso juego, cada vez que pisan las canchas.
A menudo evoco maravillada los logros alcanzados en su momento por Billie Jean King y la WTA, y los enlazo con todo lo que hoy están haciendo por las mujeres. ¡Cuán lejos hemos llegado! Al invocar esos recuerdos, me embarga un sentimiento que solo puede expresarse parafraseando un eslogan que la marca tabacalera Virginia Slims puso en boga hace un tiempo: “You’ve come a long way, baby” (“Has recorrido un largo, largo camino, nena”).