Es evidente que la transformación digital no se limita a la simple implementación de nuevas soluciones de software, sino que trata, esencialmente, de replantear lo que hacemos y la forma en que lo hacemos.
El universo actual, activo y digitalmente interconectado, ha generado una transformación de gran envergadura tanto en el sitio de trabajo como en la fuerza laboral. Esa revolución trae una serie de interrogantes: ¿Quién de nosotros estaría hoy dispuesto a aceptar un entorno de trabajo cuyo nivel de tecnología fuese inferior a aquel en que se desarrolla cotidianamente nuestra vida personal? ¿No deberían acaso nuestras redes inter-empresariales estar conectadas de manera similar a como lo están nuestras redes profesionales? ¿No deberían nuestros aplicativos de trabajo ser intuitivos y de fácil uso, al punto tal de no requerir fases de activación y capacitación?
Esta nueva “normalidad” pone una enorme presión sobre los departamentos de recursos humanos (RRHH), cada vez más forzados a promover actividades de nivelación tecnológica que ayuden a contrarrestar los efectos de años enteros de escasa inversión en este campo. Constituidos en el eje de las experiencias de las personas en el interior de sus organizaciones empresariales, los departamentos de RRHH deben adaptarse a expectativas radicalmente diferentes. Si son incapaces de satisfacerlas, pondrán en riesgo la capacidad de las empresas para mantenerse a la vanguardia de sus competidores y a la altura de las necesidades de sus clientes, cuyas propias necesidades en términos digitales han variado sustancialmente.
Estamos habitando un universo cimentado en los datos. Si los manejamos de manera apropiada, quedamos mejor capacitados que nunca para re-imaginar nuestro entorno, incluyendo los aspectos inherentes a los recursos humanos. En consecuencia, nos vemos abocados a reinventar nuestros modelos y procesos empresariales, con el fin de desempeñarnos sobre la marcha y operar en tiempo real.
Si desean operar en vivo, en tiempo real, los líderes de RRHH y empresariales deberían considerar:
- La creación de una cultura que atraiga y desarrolle personas incondicionalmente comprometidas: el sitio de trabajo es hoy transparente. Las personas que trabajan para usted seguramente hablan de usted. En consecuencia, aquellos que aspire a tener en su nómina probablemente sabrán más de usted que viceversa. Este hecho nos obliga a replantear radical y continuamente nuestros métodos de reclutamiento, desarrollo, medición del desempeño y remuneración de talentos. Cuando la gente percibe que usted no apoya sus labores y, además, inviert en su éxito profesional, se siente dispuesta a dar de sí más del 100% y a generar resultados positivos para su empresa. Son los empleados “incondicionales” (“all-in”). Las últimas investigaciones llevadas a cabo por Gallup indican que un porcentaje considerable de los empleados (hasta 70%, en algunos casos) no está plenamente comprometido con su trabajo. Esta cifra refleja un problema de gran magnitud. Basado en mi experiencia, puedo afirmar que, con solo ingresar a las instalaciones de una empresa, puedo percibir si quiénes trabajan allí están realmente comprometidos con las labores de la organización. Si yo puedo hacerlo, los clientes también lo perciben. La tecnología juega un papel protagónico en la identificación de los trabajadores con mejor desempeño y los líderes del futuro y brinda soporte a cualquier iniciativa tendiente a motivar, remunerar y cultivar sus activos humanos.
- La estructuración de una fuerza laboral ágil: como punto de partida, debe proveer a sus empleados con los dispositivos tecnológicos más recientes y avanzados y suministrarles las herramientas y tecnologías apropiadas para que desempeñen sus obligaciones laborales con mayor eficiencia y para que, de esta manera, mejoren su experiencia laboral, contribuyendo decidida y activamente al éxito propio y al de su empresa. Todos queremos ser el “empleador favorito”. Una de las claves para lograrlo consiste en proporcionar a nuestra fuerza laboral innovadoras tecnologías móviles, sociales y basadas en la nube. Sea el personal que tiene ahora a su cargo o la gente con la que desearía contar en el futuro, en este universo globalmente interconectado la diferencia entre adaptarse para triunfar y quedarse rezagado dependerá de las personas que conformen su equipo de trabajo. Por lo tanto, asegúrese de que todos tengan las herramientas que necesitan para adaptarse y brillar.
- La eliminación de procesos manuales y obsoletos: no es un secreto que la remoción de procesos ineficientes, paquidérmicos y excesivamente parametrizados se traduce en decisiones más acertadas y ágiles y se refleja en aumentos de productividad. Los procesos de RRHH suelen ser complejos, ya que tradicionalmente trascienden las fronteras entre las aplicaciones HCM (siglas en inglés para “gestión del capital humano”) y los departamentos organizacionales. Saque provecho de las nuevas tendencias en el campo de la capacitación sobre manejo de máquinas y proporcione una experiencia simplificada y en tiempo real, con datos y recomendaciones que guiarán los procesos y la toma de decisiones empresariales.
Hay muchas cosas en juego. Los enfoques, las herramientas y los procesos tradicionales han caído en desuso y nosotros, en el área de los recursos humanos, deberemos asumir un papel de héroes que superen las expectativas de las personas, brindándoles soluciones de fácil uso y que, en últimas, les permitan hacer aquellas labores para las cuales fueron contratadas.
Si desea enterarse cómo tres de nuestros clientes (American Airlines, PepsiCo y The Timken Company) han asumido su proceso de transformación, haga clic aquí.
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Mike Ettling, Presidente de SAP SuccessFactors