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Los robots podrían generar más fuentes de empleo

El mundo ya ha sido testigo de tres revoluciones industriales que trajeron saltos innovadores en los procesos industriales y, en consecuencia, mayor productividad. Durante casi 200 años, pasamos de mejorar la eficiencia con energía hidráulica, vapor, máquinas y líneas de ensamble, a acelerar la automatización con tecnología y electrónica. Cada una de estas eras vio nacer a fuerzas revolucionarias que afectaron drásticamente la sociedad y la economía; a veces, para bien; otras, no tanto.

Nuestra revolución actual, la economía digital, se centra en la hiperconectividad: el crecimiento exponencial de interconexión de personas, organizaciones y objetos. Cuando todo está conectado, se puede digitalizar el mundo físico y hacerlo operable mediante software. Las posibilidades son realmente infinitas.

Esta tercera revolución es sorprendentemente similar en tamaño y alcance a la primera revolución industrial. Por ejemplo, la primera revolución cambió la sociedad al permitir el paso de una economía agraria, que consistía en una gran cantidad de granjeros de clase media, a una economía urbana, caracterizada por la despiadada situación del obrero de fábrica urbana del siglo XIX. Durante los primeros 70 años, las condiciones se tornaron tan extremas que hubo grupos denominados “luditas”que destruyeron herramientas mecánicas y fábricas para detener este cambio inminente.

Y, ahora, estamos a punto de volver a vivir algo similar con el inicio de la edad de la economía digital.

¿Los robots pueden ser la respuesta para combatir el desempleo?

Un estudio de la Universidad de Oxford indica que la mitad de los puestos de trabajo de los EE.UU. podría automatizarse en las próximas dos décadas. Esto es asombrosamente parecido a cómo el 80 % de los puestos de trabajo agrícolas en los EE.UU. a principios del siglo XIX fueron reemplazados, de manera sistemática, por roles que no existían hasta ese entonces: soldadores, operarios, transporte masivo, etc. Y esta transformación del mercado laboral está a punto de repetirse.

Existe la posibilidad de que los robots desplacen a muchos trabajadores, mediante la automatización de las tareas repetitivas. En la economía digital, los robots se están volviendo más inteligentes, a medida que siguen adaptándose, comunicándose e interactuando de manera más eficiente. Estas capacidades traen aparejada una productividad sin precedentes, al igual que cambios profundos en costos, habilidades y flujos de trabajo.

Si bien una empresa totalmente autónoma y sin humanos todavía es muy lejana, existe preocupación de que estas nuevas tecnologías finalmente reemplacen muchos puestos de trabajo. Aunque puede ser verdad, también se crearán nuevos puestos de trabajo basados en una simbiosis entre humanos y máquinas, con un mejor desempeño que el de estas entidades por separado.

Los datos recolectados en lo relativo al uso extendido de robots industriales durante las últimas dos décadas indican que se han generado nuevos puestos de trabajo en una tasa de tres a uno. De los seis países analizados en el estudio, cinco experimentaron una disminución en la tasa de desempleo al incrementarse el uso de robots.

Una nueva revolución para el mercado laboral

Para hacerle frente al desafío del desempleo masivo, debemos considerar las habilidades necesarias para aprovechar al máximo la transición. En 2015, Brynjolfsson y McAfee sostuvieron que la sociedad debe aprender a trabajar junto con robots o, según sus propias palabras, “competir junto con las máquinas y no en su contra”. Creen que el futuro del trabajo depende de alcanzar un equilibrio entre la nueva generación de máquinas de alto rendimiento y las habilidades humanas.

Es claro que el trabajo se transformará en formas de empleo nuevas o casi nuevas. Si dejamos de pensar en la estructura laboral que hoy es norma, estaremos mejor preparados para impulsar una nueva estructura con estas nuevas tecnologías. A su vez, los nuevos modelos de empleo aprovecharán al máximo la población laboral de millennials.

Grafico

Gráfico: Los nuevos modelos laborales de la economía digital
(Cortesía: Eurofound)

Estos nuevos modelos laborales permitirán que las empresas incorporen la combinación correcta de “humanos en el proceso” para dar paso a la especialización y a la utilización total. El grado de especialización también encaja con los hábitos laborales de los millennials, quienes prefieren permanecer activos en varios frentes, en lo que en inglés se denomina “portfolio work” (una nueva clase de trabajo freelance en la que se tiene múltiples empleadores).

La capacidad de las nuevas tecnologías, como los agentes inteligentes que reparten y sintetizan tareas, fomentará los cambios más vanguardistas, incluido el trabajo colectivo. Esto sucede cuando una plataforma online conecta empleadores con trabajadores y los proyectos se dividen en microtareas y se distribuyen entre una nube de trabajadores. A medida que los clientes demandan mejores servicios y atención, por ejemplo, estos agentes podrán administrar cantidades masivas de “conversaciones” simultáneas que luego se pueden condensar y sintetizar. No obstante, presentarán la información al empleado correcto que realizará las tareas complejas que el agente no puede realizar, como la negociación, la generación de ideas nuevas y la resolución de problemas.

Por lo tanto, es poco probable que, en el corto plazo, los robots se hagan cargo de las tareas que requieren creatividad, inteligencia emocional y habilidades sociales. Los gerentes, las enfermeras, los artistas y los emprendedores seguirán siendo humanos.

Para obtener más información sobre economía digital y su impacto, consulte el trabajo de investigación “Live Business: The Digitization of Everything” (Negocios en Vivo: La digitalización de todo) de la revista Digitalist Magazine, disponible en línea. 

Imagen: ShutterStock