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Humaniq: Inclusión financiera para las 2000 millones de personas no bancarizadas del mundo

Considere alguno de los servicios que seguramente preste su banco: cajas de seguridad, procesamiento de pagos y créditos ocasionales. Es factible también que el banco facilite algunos intangibles, como el sentido de inclusión financiera, la participación en el mercado laboral y la seguridad del hogar. Sin estos servicios, es probable que se sienta vulnerable ante posibles perjuicios económicos y exclusiones.

El acceso a los servicios financieros básicos es tan esencial para la seguridad y el desarrollo que encabeza la lista de objetivos establecidos por la ONU en Objetivos de Desarrollo Sostenible para terminar con la pobreza. Hay más de 2000 millones de personas que aún no tienen acceso a estos servicios bancarios (fuente: Banco Mundial). Los servicios bancarios tradicionales pueden ser complejos y caros, además de presentar dificultades para el acceso. Entre los obstáculos, se incluye la falta de infraestructura bancaria local dentro de una distancia razonable y los costos altos que representa la apertura de cuentas. Además, cerca de 1500 millones de personas no cuentan con los documentos de identificación personal necesarios para abrir una cuenta bancaria (fuente: Banco Mundial), lo cual no les permite dar los pasos más básicos para alcanzar la integración.

Humaniq, una empresa emergente de tecnología financiera de Londres, es un banco de última generación que ofrece soluciones para la población no bancarizada del mundo. Mediante la combinación de su enfoque sobre la potenciación económica y la creación de comunidades con las últimas innovaciones relativas a la tecnología de cadena de bloques, tecnología móvil, datos biométricos e inteligencia artificial, Humaniq tiene por objeto proporcionar una plataforma tecnológica para brindar servicios de inclusión financiera a aquellas personas que no cuentan con soluciones bancarias prácticas y asequibles.

Dinis Guarda, CEO de Humaniq, es un defensor activo de las iniciativas de sostenibilidad mundial. Al fundar Humaniq, él y sus colegas cofundadores Alex Fork y Dimitry Kaminsky se unieron para buscar un modo de usar las tecnologías avanzadas con el objetivo de resolver los problemas más urgentes de la humanidad. “Actualmente, el principal desafío es la gran proporción de la población mundial que se encuentra excluida de la tecnología circundante. No pueden visualizar el futuro del trabajo ni todas las alteraciones que pueden producirse”, comentó Guarda. “Al mismo tiempo, contamos con tecnologías disruptivas, muchas de ellas, tecnologías básicas, como cadena de bloques, así como también Tecnología de las Cosas (IoT) e inteligencia artificial (AI). Estas tecnologías permiten generar una transformación rápida en el modo de consumir información, en el modo de gestionar modelos sociales y económicos, y en el modo de abordar la economía”.

La oferta inicial de monedas impulsa la expansión

Desde julio de 2016, Humaniq ha trabajado rápidamente en el plan de crear un modelo de negocios sostenible y un modelo de tecnología que sea compatible con la expansión de su plataforma y ecosistema. En abril, Humaniq ha alcanzado una de las metas más importantes con la oferta inicial de monedas (ICO) de tokens HMQ. La venta atrajo a 12.000 inversores y alcanzó cerca de USD 5200 millones. “Gracias a esto, ahora estamos creando la versión beta de nuestra aplicación”, contó Guarda. “Hicimos nuestro primer piloto en la India. Mediante los proyectos pilotos, probamos la tecnología y, al mismo tiempo, obtenemos una mayor capacidad para entender las necesidades [de los usuarios]. Vamos a escalarlos y llevar los resultados al siguiente nivel”.

Una plataforma que integra tecnología de cadena de bloques, datos biométricos y tecnología móvil

Los desarrolladores de Humaniq trabajan en la creación de una plataforma de tecnología sólida que pueda escalarse. Humaniq tiene un total de cinco equipos, de los cuales dos se encuentran trabajando en el backend y el frontend, uno en el backend y otro en el desarrollo de API públicas con proveedores externos. La especialidad de Humaniq, y lo que la distingue de las demás aplicaciones de monedero móvil, es la combinación de tecnología móvil, datos biométricos y cadena de bloques.

Si bien casi la mitad de la población mundial no cuenta con servicios financieros básicos, una porción considerable tiene un teléfono móvil. Para acceder a la aplicación de Humaniq, lo único que se necesita es que el usuario tenga un teléfono móvil con cámara. En principio, se está desarrollando la aplicación para dispositivos Android, pero eventualmente estará disponible también para iOS.

El uso de identificación biométrica ofrece una doble ventaja. Por un lado, simplifica la experiencia de usuario y, por lo tanto, incluso un novato puede usar el servicio. Por otro lado, los datos biométricos proporcionan un nivel de seguridad sofisticado mediante algoritmos de reconocimiento facial y redes neuronales que pueden verificar la identidad del usuario en cada inicio de sesión. Este concepto, conocido como prueba de reconocimiento facial, se basa en una serie de fotos, grabaciones en video de gestos faciales y expresiones orales del usuario. “Optamos por la biométrica porque, a partir de la interfaz de usuario (UI) y la experiencia del usuario (UX), queremos asegurarnos de que todos puedan usarla”, explicó Guarda. “Especialmente, en la India, un estudio demostró que casi 1000 millones de personas no existen porque no tienen documentación; por lo tanto, queremos garantizar, mediante el uso de datos biométricos, la integración de estas personas en la economía digital”.

HMQ se beneficia gracias a la comunidad

Los usuarios de la aplicación de Humaniq tendrán tokens HMQ como principal denominación de valor dentro de la comunidad.  Estos tokens podrán cambiarse a bitcoins y, luego, a dólares, euros u otra moneda estándar. Hay dos criptodivisas que ya aceptan los tokens HMQ. Los usuarios reciben tokens por pasar la identificación biométrica. Pueden obtener tokens adicionales por invitar amigos a que se unan a la comunidad de Humaniq y por realizar transacciones. A medida que crece la comunidad y se vuelve más sostenible, se espera que se facilite más intercambio de tokens que de monedas y divisas tradicionales.

“La gente tiene un token por ser parte de la comunidad”, indicó Guarda. “Esos tokens tendrán un valor similar a otros activos, como mercancías, dinero fiduciario o acciones del mercado de valores. Mientras digo esto, los tokens HMQ ya lo tienen”.

Desafíos: seguridad e integración de la tecnología

Probablemente surjan desafíos tecnológicos y resistencia externa en torno a la integración de las diversas tecnologías, en especial, en lo que concierne a la integración de cadena de bloques con datos biométricos. La incorporación de datos biométricos presenta desafíos adicionales con respecto a la información y la seguridad; sin embargo, Humaniq están trabajando junto con los principales expertos en seguridad cibernética y con organizaciones no gubernamentales para garantizar la integridad de la gestión de big data e identidad digital. “Somos conscientes de que, al trabajar en algunos de estos países, nos enfrentaremos a muchos imprevistos”, manifestó Guarda. “Necesitamos estar seguros de que haya un alto nivel de seguridad cibernética”.

Un desafío imprevisible para Humaniq es que, a medida que su activo digital se vuelve más fuerte, surgirán problemas adicionales relacionados con lo financiero, lo legal y el ecosistema. Con respecto a este asunto, Humaniq está trabajando con Deloitte para obtener asesoramiento. Para mitigar los potenciales riesgos de su divisa, Humaniq ha implementado políticas estrictas para limitar la cantidad de tokens que puede acuñar una entidad o un individuo. Gracias al requisito de identificación biométrica, nadie puede tener tokens HMQ de forma anónima. El objeto de estas políticas es proteger los tokens HMQ de la mala fama que han adquirido algunas criptodivisas como herramientas de lavado de dinero, manipulación de moneda y abuso.

Prioridad: creación de una comunidad sólida

En julio, Humaniq planea poner a disposición su servicio mediante proyectos piloto en África, Asia y Sudamérica. Finalmente, el servicio estará disponible para todos desde cualquier lugar y facilitará el intercambio entre países desarrollados y países en vías de desarrollo. Por ejemplo, cualquier persona que trabaje en Alemania podrá enviar dinero a su familia en África. “Queremos asegurarnos de que Humaniq no sea una simple aplicación, sino un ecosistema para el bien común de la humanidad”, confirmó Guarda.

La comunidad es una parte integral de la misión de Humaniq. “El desafío de crear una comunidad sólida es esencial porque, sin ella, no podremos hacerla escalar”, sostuvo Guarda. El primer paso de Humaniq en la creación de la comunidad fue el éxito de su ICO. “Unas 12.000 personas participaron en la venta multitudinaria, lo cual representa la venta multitudinaria más grande y exitosa que jamás se haya registrado en la historia. Esto implica que ya tenemos una comunidad de gente que cree en nosotros y en nuestra visión respecto del futuro cercano. Este es el primer paso”, definió Guarda. “El segundo paso es contar con embajadores en todo el mundo. Tenemos gente en más de 50 países que ya está comprometida con nuestra causa. Tenemos oficinas en Londres, Luxemburgo y Silicon Valley. Estamos construyendo una comunidad paso a paso”.

Los embajadores son representantes locales de Humaniq en las ciudades donde se ofrece el servicio. Estas personas (algunos son líderes influyentes en sus ciudades) organizarán reuniones informativas y generarán un puente para la prestación del servicio en la comunidad. El equipo de Humaniq se destaca por su experiencia técnica y por los antecedentes multiculturales de sus integrantes de todo el mundo, que incluyen lugares como Cambridge, los EE. UU., Alemania, Italia, Nigeria, Gana, Jamaica y Asia.

Al poner la mirada en el futuro, la visión emprendedora de Guarda es que Humaniq se convertirá un motor de cambio social. “Definitivamente, quiero asegurarme de usar la tecnología para el fin correcto”, afirmó. “Quiero poder decir que Humaniq creó tecnología para hacer el bien y que, en el proceso, integró a miles de millones de personas en la economía mundial. Si puedo hacer eso, creo que seré feliz y mis hijos podrán estar orgullosos de mí”.

Imagen superior: Shutterstock