Por Jonathan Becher
Leonardo da Vinci tal vez haya sido pionero en adoptar el pensamiento exponencial
Da Vinci nació hace más de 500 años en una zona rural de la Toscana, Italia, en el seno de una familia modesta. A pesar del escaso acceso a educación formal, Leonardo fue capaz de extrapolar “ideas de vanguardia” sobre temas tan diversos como arquitectura, ingeniería, matemática, planificación urbana, ciencia y astronomía. Sus ideas eran inconcebibles para los habitantes de esos pequeños pueblos italianos. Quizás inconcebibles para cualquiera de esa época.
¿Cómo lo logró Leonardo? La respuesta, en parte, es el pensamiento exponencial.
Mientras que el pensamiento incremental se enfoca en mejorar lo que existe, el pensamiento exponencial trata de hacer algo nuevo o diferente. El pensamiento exponencial es, en cierta forma, crear soluciones para cosas que aún no existen o usar tecnología que aún no existe para resolver problemas.
Si el pensamiento exponencial fuese sencillo, todo el mundo podría practicarlo. Pero la verdad es que pocos pueden.
Las ideas de da Vinci fueron rechazadas constantemente debido a las limitantes en el pensamiento y tecnología de esa época. Por ejemplo, da Vinci:
- Proclamó que el sol era el centro del universo 40 años antes que Copérnico
- Introdujo la teoría de la gravedad 200 años antes que Isaac Newton
- Defendió la evolución 400 años antes que Charles Darwin
Incluso cuando las grandes mentes históricas no brindaban apoyo a sus ideas, él aún estaba a la vanguardia. Por ejemplo, en 1502, da Vinci tuvo la visión de un intricado diseño para un puente, como parte de un proyecto de Ingeniería Civil en Turquía. Sin embargo, el proyecto no se llevó a cabo porque una construcción así era impensada en esa época. 500 años más tarde, el gobierno de Turquía aprobó el diseño original de da Vinci.
Además de su pensamiento exponencial, da Vinci también exhibió una mentalidad digital:
- Construya puentes, no silos. Leonardo no veía una división entre ciencia y arte, consideraba a ambas como disciplinas entrelazadas. La ciencia lo convertía en un mejor artista, y el arte lo hacía un mejor científico. En lugar de poner los dos campos en silos y tratarlos como dos unidades por separado, fusionó ambos. Ahora se habla mucho sobre el torbellino digital, y sobre cómo esta revolución desdibuja las fronteras entre industrias. Nadie ejemplifica esto mejor que da Vinci.
- Manténgase curioso. Leonardo era insaciablemente curioso por naturaleza, y esa curiosidad alimentó muchas de sus innovaciones y descubrimientos. Por ejemplo, entre las invenciones que se le acreditan están el auto autónomo y el helicóptero. En los inicios de este año, el primer autobús autónomo inició rutas diarias en Las Vegas y, este verano, los taxis autónomos se podrán ver en los cielos de Dubai y París. Si da Vinci pudiera visitarnos en esta época… ¿estaría impresionado de ver tales avances, o estaría quizás perplejo del tiempo que nos tomó hacerlos realidad?
- Sea práctico. A Leonardo le encantaba jugar con las cosas y amaba los aspectos mecánicos del pensamiento y el diseño. Pero también trató de ir más allá de solo pensar una idea. Intentó dar vida a las ideas. “Me he visto impresionado con la urgencia de hacer. Saber no es suficiente, debemos aplicar ese conocimiento. Tener disposición no es suficiente, debemos hacer”.
Por otro lado, da Vinci se hubiera sentido en casa en el ambiente emprendedor. En 1994, Bill Gates pagó 30 millones de dólares por el Codex Leicester, una libreta de 72 páginas con ideas, bocetos e ideas de da Vinci. Se trataba de una colección de ideas dispersas que el artista intentaba conectar. Como muchas startups, da Vinci adoptó una mentalidad en la que no hay guías para el éxito y jugueteó con sus ideas antes de esbozarlas y darles forma. Al igual que los que piensan exponencialmente hoy, él experimentaba con frecuencia, aprendía haciendo, ajustaba y experimentaba más.
Leonardo da Vinci fue un adelantado a su tiempo. El hombre del Renacimiento por excelencia y el primer pensador exponencial.
Facebook / Twitter / LinkedIn / Instagram
© 2017 SAP SE. All rights reserved.
SAP and other SAP products and services mentioned herein as well as their respective logos are trademarks or registered trademarks of SAP SE in Germany and other countries. Please see http://www.sap.com/corporate-en/legal/copyright/index.epx#trademark for additional trademark information and notices.