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Existen muchos elementos de la nube que los CIO deben considerar al momento de agregar servicios a su infraestructura. Entre ellos se encuentra la elasticidad y escalabilidad.

 

La computación en la nube es una de las innovaciones tecnológicas con mayor auge de los últimos años, y sigue creciendo. Cuando los directivos de innovación deciden agregar infraestructura a la nube de su organización, deben fijarse en el costo, la seguridad, el rendimiento, la disponibilidad y, agregados recientemente, la elasticidad y escalabilidad.

 

A pesar de que estos términos suelen emplearse como sinónimos, existen diferencias claras entre ambos que, al fin de cuentas, influyen en cuál de los servicios debe ser contratado. En los siguientes párrafos les explicamos de qué va cada uno.

 

Elasticidad de la nube

 

Se refiere a la elasticidad dinámica de recursos técnicos como la capacidad del CPU, memoria RAM, almacenamiento y red. Dicha capacidad se usa cuando existe demanda por la carga operativa, proveniente de picos por cierre de mes o incrementos en la operación logística, nuevos productos, entre otros. Ejecutada de manera correcta, capitalizar la elasticidad puede generar ahorros en los costos de infraestructura general.

 

Es importante mencionar que no es aplicable para todo tipo de entorno, ya que depende de los cambios repentinos o cíclicos de éstos. El uso de la nube elástica generalmente implica que todos los recursos de la infraestructura sean elásticos. Se utiliza con mayor frecuencia en servicios de nube pública de pago por uso.

 

Escalabilidad de la nube

 

Es la capacidad de aumentar el tamaño de la infraestructura existente (con software o aplicaciones) debido a la carga de trabajo. La escalabilidad se usa comúnmente cuando hay una necesidad de implementar recursos para manejar la carga de trabajo de forma dinámica.

 

La escalabilidad puede ser vertical, cuando se escala un sistema, u horizontal, cuando se escalan nodos de sistemas, pero no siempre de forma lineal. Las aplicaciones obtienen incremento de capacidad de cómputo para manejar y procesar cantidades mayores de datos, interfaces, transacciones, entre otros, en un momento determinado.

 

¿Qué servicio contratar?

 

Básicamente, depende de las necesidades de su organización. La incorporación de estas dos capacidades se convierte en una decisión importante para los administradores de TI, cuyas necesidades de infraestructura en Cloud cambian constantemente. A continuación, y para guiar su decisión, les traemos un comparativo para entender de primera mano algunas diferencias entre ambas características:

 

Elasticidad de la nube

Escalabilidad de la nube

  • Se aprovecha mejor en los entornos de nube pública.
  • Hace frente a las subidas y bajadas repentinas de cargas de trabajo.
  • Satisface el crecimiento modular o estructural.
  • Es una planificación a corto plazo que se adopta sólo para prever un aumento inesperado de la demanda estacional.
  • Es una planificación a largo plazo que se requiere sólo para hacer frente a un aumento planificado de la demanda.
  • Apoya en los cambios dinámicos de los recursos que aumentan o disminuyen.
  • Aborda el aumento de la carga de trabajo.
  • Las PyMEs requieren más este servicio, debido a que la carga de trabajo aumenta o disminuye en periodos específicos.
  • A las empresas grandes les funciona más este servicio, porque la carga de trabajo está más controlada.

 


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