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El pasado 24 y 25 de junio, un grupo de voluntarios de SAP colaboró con la fundación TECHO, en el marco de los proyectos de responsabilidad corporativa.

Las condiciones de vida y de los asentamientos en Latinoamérica puede ser realmente precaria. Necesidades básicas, como el acceso al agua potable, no están siempre garantizada y los servicios no tienen la infraestructura necesaria para la cantidad de gente que los demanda. Esto plantea un escenario desigual. ONGs como TECHO buscan facilitar el acceso a la vivienda para familias en barrios de emergencia. SAP participa en la construcción de las casas, y en esta ocasión el equipo ayudó en un proyecto en el barrio “Los Hornos”, en José C. Paz de la provincia de Buenos Aires.

Una vez inscriptos y formada la red de voluntarios, el grupo se encontró en las oficinas Panamerican para salir juntos a destino. Allí, se reunieron con los organizadores de TECHO y con la familia beneficiada, para trabajar. “Nos dividimos en 3 equipos. Uno colocó el techo, otro las ventanas y la puerta y el último pintó la casa. Fuimos muy eficientes y trabajamos muy bien en equipo”, cuenta Lionel Fridman, DSC Head South de SAP y voluntario. Luego de la jornada de trabajo, la casa quedó lista para inaugurar y ser habitada.

Se generó un equipo de trabajo excelente, entre SAP, TECHO y la familia. Los padres y sus hijos en conjunto con coordinadores y empleados de distintas áreas, con experiencias y conocimientos diversos, que, con voluntad y por el objetivo común, se dividieron las tareas y terminaron la obra. “Algunos martillaban, otros cortaban madera, otros movían objetos, otros pintaban, otros median, etc. De esa forma fuimos haciendo un uso eficiente del tiempo para poder llegar en los 2 días a construir y armar la vivienda”, cuenta Pilar Cardinale, GFSS Qualtrics Research Services.

Además de la ayuda directa que representa la casa y el sentimiento gratificante que devuelve participar de esta acción, muchos de los voluntarios no tenían experiencia realizando este tipo de trabajo, por lo que también se enriquecieron en este aspecto. “Nos explicaron de todo, cómo martillar, cómo manejar las herramientas, poner mejor un clavo, a utilizar un serrucho”, cuenta su experiencia Cintia Acosta, GFSS CSS ARG.

La familia, a la que se le destinó la casa, contaba con escasos recursos, por lo que esta nueva vivienda significa mucho más que un techo. Abre puertas a un inicio próspero. “Es una actividad hermosa y me parece que además, es un baño de realidad necesario… Quizá no genera el gran cambio, pero en lo individual de esta familia, significa un enorme aporte. Hicimos algo en vez de no hacer nada”, dice Federico López, GFSS CSS, quien participó del proyecto. El grupo de trabajo logró entablar verdaderamente una relación humana con la familia. “Desde un lado más social, aprendí que hay muchas formas distintas de ayudar al otro, y que cuestiones materiales (como la construcción de la vivienda) es solo una de las tantas. Es muy importante escuchar al otro, dar un espacio para que se compartan experiencias, dedicar tiempo, hacer preguntas, y establecer una conexión con la familia”, agrega Pilar.

Estas actividades, así como el resto de los voluntariados, dan lugar a un rico y recíproco intercambio, lleno de aprendizaje y experiencia valiosa. “Poner los cimientos a la casa, es emocionante”, cuenta Cintia.

Luego de haber invertido dos días, el aporte fue inmenso, cambió la vida de una familia. El significado de una casa propia, la infraestructura y la seguridad que la misma brinda, y las posibilidades de progreso que amerita, hace que formar parte del proyecto tenga un valor incalculable. “Es una forma de agradecerle a la vida. Nosotros, el grupo, que tenemos nuestros techos, nuestros trabajos, nuestros estudios, que tenemos muchas posibilidades, pudimos hacer algo en lugar de no hacer nada y ayudar realmente a la familia.”, cuenta Federico.

La voluntad, el positivismo y la cooperación, aúna fuerzas y genera cambios. Siempre invitamos a participar en los voluntariados, aprovechando los proyectos de los cuales la empresa tiene puestos en marcha: enseñando, construyendo, ayudando en las finanzas, etcétera, formando parte activamente de la comunidad. Brindando una parte de nuestro día y de nuestros conocimientos, para poner nuestro granito de arena.

Imagen cortesía de Shutterstock.