Bajo este contexto, es determinante conocer y entender qué necesitan las organizaciones para impulsar su crecimiento y que, además, se cree valor. De acuerdo con el mismo documento de la consultora, hay tres elementos fundamentales que los líderes empresariales deben tener en mente a la hora de planificar la estrategia de crecimiento de su organización:
- Contar con una aspiración audaz, pensar en grande y tener una mentalidad que acompañe este propósito.
- Tener los facilitadores adecuados y poder integrarlos en la organización. Contar con el mejor equipo y aliados para hacer posible dicha aspiración.
- Asegurar vías claras y herramientas que permitan hacer posible las iniciativas de crecimiento. Entre más preparado se esté, más fácil va a ser ‘surfear la ola’.
Mucho de este panorama, difícil pero no imposible, es lo que abre las puertas a la creatividad y resiliencia. Si bien todo puede lucir incierto, las empresas no pueden dejar de planificar su crecimiento, por lo que el hecho de anticiparse con una estrategia que incluya innovación y tecnología se traducirá en desarrollo escalable.
Hoy más que nunca las compañías deben permanecer actualizadas y alineadas a las tendencias que resuenan en el mercado y, a su vez, contar con las herramientas y aliados para hacerlo.
Ya teniendo clara esta base, es necesario pensar y desarrollar una ambición definida de crecimiento en la que, sacando provecho de las experiencias pasadas, se ejecuten planes más robustos, pero a la vez más flexibles y resilientes. Encarar el 2023 preparados no tendrá un resultado diferente que impulsarnos hacia el futuro con éxito.
Por: Marcela Perilla, presidente de SAP para la región norte de Latinoamérica y el Caribe