Con el pasar de los años, la tecnología se ha convertido en un gran gestor de transformación, lo cual se ha traducido en hacer mejor la vida de las personas. Esta herramienta, cada vez más indispensable, hoy nos une.
El mundo actual se caracteriza por tener dinámicas impredecibles que obligan tanto a las personas como a las empresas a estar preparadas para cualquier imprevisto. Una pequeña muestra de esto son los mercados volátiles, la inflación, la crisis energética y el cambio climático, entre otros aspectos. Ninguna organización, gobierno o sociedad puede hacer frente por sí sola a retos de esta magnitud.
Por esta razón, los modelos de negocio se están modificando y están en la búsqueda de migrar de lo análogo a lo inteligente. Esto se debe a todos los desafíos que el contexto mundial plantea. Según el informe, ´La sostenibilidad en la agenda del liderazgo latinoamericano´, realizado por SAP durante el 2022, los líderes empresariales están reconociendo la necesidad de ser más ágiles, flexibles y resistentes.
Antes que nada, es importante entender que en ningún momento el propósito de la tecnología es reemplazar a las personas. En lugar de ser una amenaza, debe verse como aliada para que las personas vuelvan a tener la libertad de hacer lo que mejor saben hacer: ser creativas.
Una vez aclarado esto, se puede ver que la digitalización y la automatización de los procesos básicos de principio a fin no solo suponen una ventaja competitiva, sino que son fundamentales para la supervivencia de una organización, pues traen consigo aceleración, eficacia y productividad al negocio.
Adicionalmente, trabajar la información con tecnologías como Inteligencia Artificial, Big Data, Analytics, entre otras herramientas hace que las empresas sean capaces de hacer un seguimiento en tiempo real del negocio y así tomar decisiones. Así, es posible que sean no solo más eficientes, sino también más flexibles y rápidas, especialmente en tiempos de crisis.
Finalmente, nos damos cuenta que las organizaciones ya están dando un vuelco para transformar todo su mindset y así operar de manera resiliente, impactando inicialmente su negocio y posteriormente a toda su red empresarial. Con estos avances nos damos cuenta que para un futuro cercano las empresas no solo serán inteligentes, serán empresas con un propósito para generar cambio y mejora.