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Por: Nadia Torres

Una operación a escala mundial que administra un bien escaso y muy deseado por toda la población: la vacunación contra COVID-19 representa un enorme e inédito desafío para la cadena de suministro. No solo se necesita una planificación eficiente, una manufactura integrada y un almacenamiento inteligente que contemple las características particulares de las propuestas de los diferentes proveedores -distancia de tiempo entre la aplicación de las dos dosis, temperatura a la que debe resguardarse, fecha de expedición y fecha de vencimiento-. También es esencial contar con el máximo nivel de transparencia.

El Vaccine Collaboration Hub (Centro de Colaboración de Vacunas) creado por SAP satisface estos múltiples requisitos en todas sus dimensiones. Por un lado, porque se trata de una plataforma basada en la web que permite la colaboración entre todos los actores involucrados en este proceso -gobiernos, laboratorios, empresas de logística, centros de distribución- para gestionar de manera más eficiente la cadena de suministro de vacunas, desde su producción hasta la llegada a cada individuo, y apoyar así la coordinación entre el sector público y las empresas. La enorme experiencia de SAP en cadena de suministro garantiza que cada vacuna es perfectamente trazable, desde su empaque en el laboratorio hasta su disposición final.

Pero, además, aporta una transparencia sin precedentes, gracias que se apoya sobre la tecnología conocida como blockchain o cadena de bloques. Se trata de un sistema descentralizado que permite construir registros digitales inviolables, muy útil en situaciones de las que participan múltiples partes. De esta manera, garantiza que todos los involucrados tengan la información perfectamente actualizada disponible en tiempo real y que nadie pueda alterarla ni borrarla: el contenido del registro solo se puede modificar agregando otro bloque vinculado al anterior, por lo que cualquier intervención queda visible para el resto de los integrantes de la red.

Los usos de blockchain, una tecnología que nació para controlar y gestionar las criptomonedas, de forma de asegurar que no hubiera falsificaciones ni transacciones fallidas, se multiplican día a día: hoy se emplea desde para controlar la emisión de dióxido de carbono de las empresas hasta para mantener registros a gran escala (como puede ser el registro de automóviles o de propiedades de un país), pasando por cualquier actividad económica, financiera, científica o social que requiera información fidedigna y garantía de transparencia.

En el caso del Centro de Colaboración de Vacunas, blockchain cumple el rol de blindar toda la información que se gestiona a través de la red: no solo tiene el potencial de asegurar que cada dosis le fue aplicada a la persona a la que le correspondía en cualquier rincón del mundo, sino que previene otros problemas que suelen emerger en situaciones como estas, como puede ser la introducción de vacunas falsificadas o ilegales en los procesos de vacunación de los diferentes países.

En definitiva, se trata de una tecnología esencial para lograr el objetivo de base de esta enorme movida a escala global: alcanzar, como sociedad, la inmunidad de rebaño ante esta amenaza pandémica.