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Por Martín Volante, asesor experto de SAP para la industria de la Salud y Educación Superior

Algunos cambios ya evidentes en la educación, sobre todo en la enseñanza superior, tienen relación con la permanencia del modelo de clases híbrido u online. Pero ¿cómo las casas de estudios han reinventado la gestión de experiencia universitaria, más allá de lo netamente académico, cuando el modelo y los procesos tradicionales ya son absolutamente cosa del pasado? La experiencia de unos puede ser de gran ayuda para mejorar puntos críticos de otros.

La Universidad Mayor este año dio un salto tecnológico importante al digitalizar 100% su proceso de admisión y matrículas. La transformación respondió al contexto obligado por la pandemia, pero también a la decisión estratégica de incorporar la tecnología como una herramienta transversal, para faciltar la gestión administrativa y académica, y proporcionar una experiencia altamente satisfactoria a los estudiantes.

Por su parte, la Universidad Católica del Maule, a mediados del año pasado, se trazó un ambicioso objetivo: integrar en un solo sistema toda la información académica de los estudiantes para modernizar su operación y responder de manera más eficiente a las exigencias propias y del entorno, con un alto estándar de calidad. El primer paso fue la modernización del sistema administrativo y financiero, para luego mirar, en una segunda etapa, a la unificación de toda la data del estudiante, de tal manera de abarcar el ciclo de vida completo.

Ambas experiencia nos muestran cómo distintas casas de estudios universitarios han afrontado los desafíos actuales en torno a la gestión de la experiencia del estudiante, para estar a la altura de una interacción entre alumnos y universidad adecuadas a los tiempos actuales.

Generar una oferta de servicios conectada que permita acompañar al estudiante en todo momento, sea de manera presencial o a distancia, y ubicarlo en el centro de la estrategia y de la operación, es un punto clave. Para ello, la tecnología cumple un rol fundamental. Facilita la implementación de procesos transversales, puede disponibilizar información unificada en tiempo real y ofrecer una gestión eficiente de datos para tomar decisiones acertadas y sin contratiempos. Además, agiliza la administración institucional, mejora los procedimientos operacionales, y aporta sustentabilidad económica, en el entendido que al interconectar y automatizar procesos, las personas a cargo liberan tiempo para dedicarse a tareas con mayor valor agregado.

Desde esta perspectiva, la digitalización universitaria no es sólo la mera implementación de una plataforma para clases a distancia. Significa un cambio cultural que promueve una interacción realmente vinculante en el nuevo contexto online y que, además, extiende la frontera de las universidades. Porque al transformar la virtualidad en una experiencia significativa, se desarrolla un sistema de mejora continua que abre nuevas oportunidades de enseñanza, más allá de lo conocido. La tecnología ya está para concretarlo, tal como lo veremos en SAP Industry Exchange, el ciclo de eventos digitales que permitirá reflexionar sobre los actuales retos tecnológicos en la educación superior, el retail, el consumo masivo y el mercado mayorista.