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Por: Aura Maria Ordoñez Ropero, Ingeniera de Valor para la industria de salud, educación y farmacéuticas

La pandemia de COVID-19 produjo una aceleración de la vida digital sin precedentes. Hoy, los consumidores buscan inmediatez y eficiencia en todas sus interacciones. El sector salud no es la excepción. Luego de muchos años de obstáculos regulatorios y crecimientos poco significativos, la telemedicina se ganó su lugar, mayormente como consecuencia de los lockdowns y las limitaciones a la movilidad que se produjeron en diferentes lugares del mundo a lo largo de 2020. La pregunta que quedó flotando es: ¿Podrá ser este el primer paso hacia la modernización definitiva del sistema de salud? ¿Estamos ante el inicio de un modelo colaborativo entre los diferentes jugadores del sector -centros hospitalarios, aseguradoras, laboratorios, centros de estudios médicos, profesionales independientes- centrado en el bienestar de los pacientes?

En ese sentido, SAP dio un paso clave: el Vaccine Collaboration Hub. Se trata de una plataforma web que combina tecnologías de última generación para optimizar la cadena de suministros de las vacunas de COVID-19, incluyendo la participación de todos los actores involucrados: los productores, los gobiernos, los centros de salud donde se aplican, los proveedores logísticos que las trasladan y, por supuesto, los ciudadanos. La solución brinda niveles absolutos de visibilidad y trazabilidad de forma que cada gobierno pueda establecer la mejor estrategia posible e inmunizar con celeridad a su población, todo de manera transparente.

La experiencia del Centro de Colaboración de Vacunas es la demostración de que la innovación, atravesando el total de la cadena de suministro, puede ser la llave para avanzar hacia un sistema de salud más eficiente, moderno y, en especial, colaborativo. Porque la misma plataforma utilizada para afrontar la emergencia sanitaria por el COVID-19 puede aplicarse para la gestión de punta a punta en la cadena de suministro de cualquier otro tipo de vacuna, medicamento o insumo médico.

Los centros médicos públicos y privados, los profesionales independientes, las compañías aseguradoras… todos los jugadores del sistema podrían interactuar en una plataforma perfectamente transparente y de máxima eficiencia. No se trata únicamente de hacer más rentable el negocio de las organizaciones del sector salud, sino también -y fundamentalmente- de salvar vidas. Porque este tipo de plataformas garantizan la disponibilidad de los medicamentos, los insumos o los aparatos médicos en el lugar exacto en el que tienen estar y en el momento indicado.

Pero no solo eso. También son el punto de partida para una mejor calidad de vida. Imaginemos un centro oncológico que ponga la experiencia del paciente en el centro de su modelo de atención o una clínica especializada en diálisis que permita interacciones remotas con los médicos y la provisión de los insumos necesarios para evitar algunos de los traslados al centro hospitalario. Apenas dos ejemplos de las infinitas posibilidades que este tipo de plataformas proponen.

Se trata de un camino incremental: cuantos más jugadores participen de estas iniciativas colaborativas, mayor será el éxito. Porque habrá más conocimiento, más productos, más alternativas y más posibilidades de conexión e interacción entre las partes para brindar una cobertura óptima a los pacientes.

Quedan algunos obstáculos por resolver, en especial de tipo regulatorio y de privacidad de los datos, en especial de los pacientes. Sin embargo, la pandemia nos demostró que cuando la innovación y las tecnologías de punta proponen un escenario positivo para todas las partes involucradas, las barreras culturales ceden hacia las nuevas -y mejores- formas de hacer las cosas.