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Por Cristina Antelo Albertos, Responsable de RSC para SAP España y Portugal

La sostenibilidad y el cambio climático son algunos de los grandes retos a los que se van a enfrentar las empresas y la sociedad en los próximos años. Los modelos de negocio están cambiando y las finanzas empiezan a asumir un papel fundamental en la sostenibilidad del planeta mediante las inversiones socialmente responsables.

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Milton Friedman y su Teoría del Accionista

En el año 1970 Milton Friedman, economista norteamericano, defensor del libre mercado y premio Nobel de Economía, escribió un artículo en el New York Times Magazine titulado “The Social Responsibility of Business is to Increase Its Profits”, en el que plasmaba su opinión sobre las iniciativas sociales y medioambientales que algunas compañías estaban comenzando a realizar dentro del ámbito empresarial. Friedman cuestionaba la idea de que las corporaciones tienen la responsabilidad de actuar para aumentar el bienestar social. En su opinión, la función de la empresa se debía ceñir exclusivamente a la generación de beneficios, y la responsabilidad moral de sus gerentes era la de actuar siempre en el mejor interés a largo plazo de los accionistas.

¿Qué es la Inversión Socialmente Responsable? (ISR)

Frente a las ideas de Friedman, los defensores de la sostenibilidad siempre han argumentado que una empresa sostenible es más atractiva para los inversores y accionistas, ya que es capaz de generar rentabilidad al tiempo que garantiza su competitividad en el largo plazo. Es lo que conocemos como Inversión Socialmente Responsable, una disciplina de inversión que, además de tener en cuenta los criterios financieros tradicionales (rendimiento, liquidez y riesgo), tiene en cuenta otros criterios extra financieros relacionados con el desempeño de las organizaciones y los proyectos desde el punto de vista social, ambiental y ético.

Siguiendo esta corriente, aparecen los primeros índices de sostenibilidad bursátil como el Dow Jones Sustainability Index (1999), que SAP ha liderado durante los últimos 14 años, o el FTSE4Good (2001), del que también SAP forma parte. Las empresas incluidas en estos índices reconocen así la importancia del desempeño ESG (por sus siglas en inglés: environmental, social and gobernance) no solo para el negocio sino también para el éxito de sus clientes. En paralelo a estos índices aparecen también conjuntos de principios globales de mejores prácticas para la inversión responsable (PRI) como los desarrollados por una comunidad internacional de inversores petición del entonces Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan (2005).

De la rentabilidad financiera a la sostenibilidad financiera

El avance de la ISR ha sido paulatino y quizás un poco lento hasta el año 2018 -2019, prácticamente 50 años más tarde de la publicación del artículo de Friedman, años en los que se produce un giro radical en este tema:

  • La Union Europea lanza su “Plan de Acción para Financiar el Desarrollo Sostenible” por el que se establecían 10 medidas clave para conectar el mundo financiero con el planeta y la sociedad (2018)
  • La Business Roundtable (que reúne a los CEO de 181 de las mayores empresas de Estados Unidos) declara que los accionistas ya no son el único grupo de interés que debe prosperar a lo largo del tiempo (2019).
  • El Fondo de inversión BlackRock (el más grande del mundo,) afirma que las compañías deberán no solo generar rentabilidad financiera, sino también demostrar cómo contribuyen de forma positiva a la sociedad (2019)
  • Y el diario británico Financial Times, de gran influencia en el mundo económico y financiero global ( y defensor a ultranza de la libertad de mercado), defiende en su campaña editorial New Agenda que es hora de reiniciar el sistema (2019).

 

Los factores ESG

Las siglas ESG se convierten así en las letras de moda en el mundo de la inversión. En español se conoce como ASG, siglas que corresponden a criterios ambientales, sociales y de gobernanza, y su consideración se ha disparado en el último año.

*Fuente: Expansión

 

¿Cuáles son los motivos que hay detrás de esta creciente relevancia?

  1. Los asuntos ESG ganan más peso en los consejos
  2. Las gestoras deben revelar su estrategia verde desde el 10 de marzo de 2021
  3. Gestores de fondos como BlackRock amenazan con dejar de invertir en aquellas empresas que sigan siendo contaminantes en 2050
  4. Las empresas empiezan a pedir a sus proveedores que se rijan en base a criterios ESG en 2022
  5. Estados europeos son condenados por la justicia por “no respetar sus compromisos” sobre el cambio climático.

 

La realidad es que la sostenibilidad, junto con el cambio climático y la transición hacia una economía descarbonizada en 2050, van a ser algunos de los grandes retos que nuestra sociedad y nuestras empresas tendrán que afrontar en los próximos años, y prácticamente todos los modelos de negocio de las diferentes compañías se van a ver afectados. Esto hace que los criterios de inversión estén cambiando y que el mundo de las finanzas esté asumiendo cada vez más que tiene un papel fundamental para la sostenibilidad del planeta.

Al mismo tiempo, gestores de fondos y gerentes de las compañías se están concienciando de  que gestionar estos temas no significa renunciar a la rentabilidad de los accionistas, sino todo lo contrario. Este cambio es para todos, una  buena noticia porque es posible ayudar a que el mundo cambie a mejor a través de una gestión diferente de las finanzas. 


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