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El mundo es un escenario cada vez más complejo para las empresas. La competencia es cada vez mayor y los recursos disponibles disminuyen. A estos hechos hay que añadir el hecho de que la sostenibilidad ya no es una opción. En este entorno están surgiendo modelos de negocio circulares que contribuyen a conseguir un planeta más limpio y más justo.

¿Qué es la economía circular?

La economía convencional se ha basado durante décadas en un modelo de producción lineal y aún hoy día se sigue esta dinámica. Sin embargo, la concienciación social en torno a la sostenibilidad medioambiental y a las buenas prácticas en materia de sostenibilidad en las empresas está creando un nuevo escenario.

La emergencia climática pone de relieve que es imprescindible reorientar los recursos económicos, tecnológicos y sociales para acelerar la transición hacia una economía circular.

Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, en concreto el número 12, es “garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”. Con esta premisa se pone de relieve la necesidad de sustituir la economía lineal, basada en extraer, producir, consumir y desechar, por una economía circular en la que los recursos se mantienen durante el mayor tiempo posible.

La economía lineal frente a economía circular

La economía mundial depende del consumo y la producción. Durante el último siglo, el progreso se ha asociado a fórmulas que potenciaban un consumo basado en usar y tirar, en la obsolescencia programada y en otras prácticas poco sostenibles. 

Este modelo de economía lineal ha puesto en serio peligro los recursos naturales y ha degradado el medioambiente hasta llegar a un punto insostenible. El progreso económico y social entendido de esta forma está poniendo en riesgo los sistemas de los que depende nuestro futuro.

La población no deja de crecer y se estima que en 2050 se podrán superar ampliamente los 9.000 millones de personas. Si no cambiamos nuestro modelo de consumo, se podría necesitar el equivalente a tres planetas para obtener los recursos naturales que permitieran mantener el estilo de vida actual.

Esta es la razón por la que gobiernos, empresas y sociedad se plantean la necesidad de desarrollar modelos de economía circular. Esto significa que el consumo y la producción deben basarse en producir mejor con menos. Otro de sus objetivos es desvincular el crecimiento económico de la degradación medioambiental.

El consumo y producción sostenibles promueven un estilo de vida en el que la prioridad es aumentar la eficiencia de los recursos naturales, evolucionando hacia un mundo con menos emisiones de CO2.

Un modelo de negocio circular y rentable: 8 consejos

Los modelos de negocio circulares son una oportunidad de futuro porque es la única forma de mantener una economía sostenible. De hecho, en el World Economic Forum de 2020 se leyó un manifiesto en el que se hablaba de construir un nuevo capitalismo.

Una de las ventajas de la cuarta revolución industrial que estamos viviendo es que aporta la base para los nuevos modelos de negocio circulares. Design Thinking es una de las metodologías que mejor se pueden adaptar a la creación de negocios circulares. 

Este término, acuñado por el Premio Nobel de Economía Herbert Simon, hace referencia a que el diseño se debe centrar en el usuario. Sus ideas fueron rescatadas por la Universidad de Stanford, que desarrolló la metodología iniciada por Simon.

1. Utilizar el método Design Thinking

La metodología Design Thinking consta de cinco etapas y diversas herramientas enfocadas en la innovación y la creatividad. Adaptada a la economía circular, esta estrategia de trabajo se organizaría en las siguientes fases:

  1. Comprender el funcionamiento del modelo lineal actual.
  2. Identificar oportunidades de circularidad.
  3. Generar ideas para aplicar la circularidad a nuevas oportunidades.
  4. Diseñar un prototipo de modelo de negocio circular.
  5. Validar la viabilidad del negocio y su funcionamiento.

2. Aplicar los principios fundamentales de la sostenibilidad

El modelo económico convencional (lineal) se basa en cuatro etapas:

  1. Tomar las materias primas originales.
  2. Fabricar los productos a partir de las materias primas.
  3. Utilizar los productos fabricados.
  4. Desechar los residuos que no pueden ser aprovechados.

En la lógica del modelo circular de la economía se incluyen los tres principios fundamentales de la sostenibilidad:

  • Diseñar pensando en reducir los residuos finales.
  • Utilizar los productos durante el mayor tiempo posible.
  • Regenerar los sistemas naturales.

A partir de estas premisas, es posible plantearse cómo generar nuevos modelos de negocio circulares, ya sea reutilizando materiales, reparando o reciclando los residuos para convertirlos en un nuevo producto.

3. Comprender las barreras de los consumidores

Los consumidores están cada vez más concienciados sobre la importancia de la sostenibilidad. Esto hace que haya una nueva corriente de personas que apuestan por productos reacondicionados, fabricados con materiales reciclados o libres de plásticos.

Sin embargo, para que un negocio circular tenga éxito, los clientes tienen que estar dispuestos a pagar por un concepto innovador. La clave está en que el nuevo producto o servicio debe resolver el problema principal del consumidor en relación con otros productos ya conocidos. 

Las barreras del consumidor que pueden impedir el éxito de un modelo de negocio circular son básicamente dos:

  • El esfuerzo que implica usar el producto o servicio.
  • La necesidad del sentido de pertenencia a un colectivo.

Los negocios circulares deben enfocarse en minimizar el esfuerzo del cliente. Cuanto menor es el esfuerzo, más está dispuesto a pagar el consumidor. Por otro lado, el producto o servicio debe hacerle sentir bien. El sentido de pertenencia es un instinto primario que está en todas las mentes.

4. Emplear suministros circulares en un negocio existente

Los modelos de negocio circulares pueden ser absolutamente originales. No obstante, a veces conviene no innovar en la forma sino en el fondo

Una forma de llevar los principios de la sostenibilidad a la empresa es utilizar suministros circulares. Muchas compañías ya están aplicando esta idea con gran aceptación por parte de la sociedad. 

Consiste en sustituir los recursos que se emplean en el proceso de fabricación por otros sostenibles. Una fórmula es dejar de usar combustibles fósiles y cambiarlos por energías renovables o biomasa

5. Utilizar los residuos como materia prima

Uno de los pilares de la sostenibilidad es reducir los residuos al mínimo posible. Por tanto, un buen método para crear un modelo de negocio circular es emplear los residuos como materia prima para el desarrollo de nuevos productos. 

A partir de la recogida, tratamiento y recuperación de materiales se pueden producir envases de plástico reciclado o productos de papel, entre otras muchas posibilidades. 

De esta manera, se consigue alargar la vida útil de los materiales y se evita extraer nuevos recursos naturales. 

6. Alargar la vida útil de los productos

Después de décadas basando la economía en el concepto “usar y tirar”, los consumidores están volviendo poco a poco a decantarse por productos que tengan mayor vida útil.

En este sentido, hay un gran campo por explorar. Basta con echar la vista atrás y aplicar la innovación a procesos de antaño, como los envases de vidrio retornables o la venta a granel.

Los procesos de reparación, actualización y reacondicionamiento para que entren en un nuevo ciclo de comercialización son otros de los modelos de negocio que triunfan, especialmente entre la población más joven. Mobiliario, ropa, complementos y tecnología son algunos ejemplos.

7. Compartir plataformas de forma colectiva

Este modelo se conoce como sharing economy y permite que varias personas utilicen el mismo producto o servicio. Las redes sociales y las aplicaciones móviles facilitan la conexión entre consumidores con los mismos intereses.

Esta creciente tendencia se observa ya en el uso compartido de vehículos o en el intercambio de viviendas vacacionales. Es un modelo que destaca por sus bajas barreras para el consumidor, ya que no implica esfuerzo y aporta sentimiento de pertenencia a una comunidad.

8. Pagar por el uso de productos como servicios

Este concepto ya se aplica desde hace años en el mundo del software con gran éxito. El modelo de Software as a Service (SaaS), como el que propone SAP, permite a los usuarios beneficiarse de aplicaciones informáticas de última generación sin necesidad de adquirir licencias. 

Este sistema se basa en una suscripción, por lo que es idóneo para todo tipo de servicios como programas de planificación empresarial (ERP), servicios de correo electrónico o gestión de relaciones con los clientes (CRM).

La computación en la nube ha facilitado el acceso a este tipo de productos. Las empresas consumen solo los recursos informáticos que necesitan a través de Internet. Este modelo circular ha conseguido convertir un producto en un servicio por el que se paga por uso, algo a lo que estamos habituados con otros suministros como el agua o la electricidad.

Vivimos un momento de cambio, una nueva era en la que el concepto de economía debe cambiar para ser productivos y sostenibles al mismo tiempo. Los modelos de negocio circulares se deben basar en la innovación, pero no tienen por qué implicar un giro de 180º. Partir de lo que ya existe y mejorarlo puede ser una excelente alternativa.

 


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