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Las pymes saben que las soluciones que dieron la máxima competitividad a las empresas más grandes en el pasado, están ahora a su alcance.

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Cada vez es mayor el número de pymes que apuestan por su transformación digital y adoptan tecnologías capaces de ofrecer las ventajas con que cuentan las grandes organizaciones a un coste ajustado a sus posibilidades. Las pymes saben que este es el momento y que las soluciones que, en el pasado, dieron la máxima competitividad a las empresas más grandes, están ahora a su alcance.

Esta evolución caracteriza con precisión a SAP Business One. Al contrario de lo que algunas empresas todavía pueden creer, las soluciones ERP (Enterprise Resource Planning) han avanzado de la mano de SAP. Actualmente, el ERP es la clave para que las pymes cuenten con una gestión de base moderna (contabilidad, ventas, compras y operaciones, etc.) y, además, dispongan de software específico para cubrir las exigencias de cualquier sector de actividad: alimentación, industria, sanidad, construcción, ingeniería, servicios financieros, distribución mayorista y mayorista, etc.

Ahora, cualquier pyme se adapta en un tiempo récord a mercados caracterizados por una alta exigencia de la demanda en términos de rapidez y calidad, y sometidos a una volatilidad sin precedentes. Por tanto, desde el punto de vista tecnológico ya no es viable exigir grandes esfuerzos.

Eliminar la complejidad

La sencillez es el primer factor que caracteriza a un ERP moderno e inteligente. En el pasado, actualizar y personalizar este tipo de soluciones suponía tener que afrontar procesos complejos que, además, duraban demasiado y afectaban negativamente la capacidad competitiva. Ahora, la personalización en lo concerniente a la gestión de base de la pyme y la disponibilidad de software adicional integrado en la plataforma, es un proceso sencillo y rápido.

Los partners de SAP disponen de tecnología actualizada de forma permanente y sus aplicaciones son capaces de ampliar el ERP de la pyme para cubrir cada necesidad, sin ralentizar su desempeño diario y sin perder oportunidades de negocio. Estas aplicaciones dotan de funcionalidades concretas a sectores específicos, convirtiendo a SAP Business One en un ERP ampliable, personalizable y escalable.

La sencillez de las API

Esta capacidad de integración y flexibilidad con que cuenta SAP Business One, como ERP inteligente, está directamente relacionada con las API (Application Programming Interfaces). Cada API es un grupo de definiciones y procedimientos que encaja perfectamente en el sistema y hace posible desarrollar e integrar el software de las aplicaciones. De esta forma, sumar soluciones específicas al ERP que gestiona la organización es algo mucho más sencillo y rápido que en el pasado.

La aparición de este tipo de tecnología ha impulsado el desarrollo de nuevas aplicaciones cada vez más específicas, cuyo objetivo primordial es darle a la pyme lo que necesita para competir en su sector de la forma más ágil posible.

El acceso a la innovación

La innovación, por lo tanto, se ha revelado como un factor esencial para la competitividad y, especialmente, para diferenciar la oferta de la pyme en unos mercados donde compite, directamente, con los líderes. Éstos se caracterizan por una gran capacidad para disponer de las tecnologías más recientes y avanzadas, acelerando la gestión de su negocio guiándose por los datos y por la automatización de los procesos, la generación de nuevos modelos disruptivos de negocio y el brindar una positiva experiencia al cliente.

Pero todo ello, todas estas capacidades y oportunidades están listas para las pymes a través de la adopción de tecnologías inteligentes, desde el momento en que la organización tiene acceso a internet, implanta altos niveles de automatización y analiza sus datos teniendo en cuenta las experiencias históricas y actuales del negocio, de forma rápida y precisa.

De hecho, la sociedad se ha adaptado rápidamente a la tecnología inteligente a través de las aplicaciones móviles y la tecnologización de la actividad humana. ¿Alguien recuerda cuando la comunicación se realizaba a través de cartas que se depositaban en buzones? Hay adultos que no han vivido esa etapa.

Es cierto que la innovación, sin embargo, no solo requiere un cambio o una mejora en las soluciones utilizadas por la pyme. También se trata de un proceso de cambio en la cultura empresarial y en perfilar de una nueva dinámica de negocio que, hasta hace poco, era desconocida para estas organizaciones. Es una transformación radical, y digital de cómo se gestiona, como se conecta con el cliente y cómo se controlan los procesos.

Es obvio, por otra parte, que la pyme puede sentirse desbordada ante a las múltiples soluciones, herramientas y apps que están en constante aparición en el mercado. Lo aconsejable es que sus elecciones tengan como referencia aquellas experiencias y soluciones que han sido probadas y demostradas nacional e internacionalmente. Encontrar este punto de referencia, caracterizado por la excelencia y la asequibilidad para este tipo de empresa, contribuirá a que la innovación y la tecnología inteligente entren en el negocio y será el que los guíe para mantenerse en los mercados actuales.

Los acontecimientos más recientes han demostrado que la velocidad en la evolución tecnológica está dejando claro que todas las organizaciones, incluidas las pymes, deben prepararse para todo lo que pueda llegar si quieren mantenerse en el mercado. La agilidad se ha convertido en un valor para las empresas, pero no es aconsejable confundirla con la prisa o la precipitación. La adaptación al cambio futuro dependerá de las decisiones que se tomen hoy en las organizaciones. Por eso hay que elegir cuidadosamente qué tecnología nos ayudará a cambiar en función del ritmo impuesto por el mercado.

Obviamente, el reto es múltiple. Todos estamos en un proceso de cambio ya sea como cliente, empresa o profesional y no es, únicamente, un cambio tecnológico. En el caso de las empresas se trata de entrar y mantenerse en una nueva dinámica de negocio que, hasta ahora, era desconocida para las pymes. Hablamos de una transformación radical, más que digital, de la forma en que se gestiona una pyme, cómo se conecta con su cliente y cómo controla sus procesos.

El reto, en este escenario, es un cambio de mentalidad. El mundo ha entrado en otra época de los negocios y no hay más opción que asumirlo y obrar en consecuencia.