De Paul Saunders, responsable de estrategia de producto de SAP S/4HANA
Voy a explicar una historia acerca de cuando conversé con Su Majestad la Reina sobre ERP. Con «conversar» quizás estoy exagerando un poco y, como muchas otras personas, la Reina prefería el término «sistemas empresariales» a ERP, pero, por lo demás, la historia que les voy a contar no está nada adornada.
Cuando uno conoce a la Reina (y sí, «uno» es el término correcto a utilizar), un hombre muy amable, que es medio James Bond, medio ayudante de cámara, le da una rápida lección de etiqueta. Por lo que recuerdo, las normas eran: Hable solo cuando se dirija a usted, diríjase primero a la Reina como «Su Majestad» y, después, como «Señora».
Mi padre tenía unas normas parecidas cuando era niño.
Yo había supervisado las TI para una Universidad Escocesa donde la Reina estaba inaugurando un nuevo centro de investigación. Mientras mostraban el nuevo centro y algunas de las increíbles investigaciones que se llevaban a cabo a la Reina y al Príncipe Felipe de Edimburgo, nosotros esperábamos en una fila para ser presentados. Estuve allí junto a académicos distinguidos, altos funcionarios del gobierno, jueces y otros dignatarios. Si antes no tenía el síndrome del impostor, sin duda lo tenía ahora.
La presentación oficial y el ERP
Cuando fui presentado a la Reina, Su Majestad preguntó cuál era mi labor. Le expliqué que era el responsable de haber puesto en marcha el ERP, es decir la tecnología que permitía a la Universidad conectarse con otras Universidades del mundo para que se pudieran llevar a cabo investigaciones y educación de primer nivel. Le comenté que estábamos modernizando el software con el que funcionaba la Universidad para lograr nuestros objetivos. Parecía como si estuviera leyendo un folleto.
Su Majestad respondió: «Parece muy importante». Contesté «Sí, Señora, lo es». Y se fue.
Repetí lo mismo cuando llegó el Príncipe Felipe unos minutos después. Al puro estilo del Príncipe, simplemente señaló que mis gafas eran muy cuadradas y luego le comentó a mi colega que su trabajo (recaudación de fondos corporativos) sonaba como si fuera un «embaucador». Y también se fue.
Así que no estoy del todo seguro de si esta anécdota es una prueba de que la innovación en ERP se le otorga un Decreto Real (seguramente no es así), pero si su organización se está cuestionando si es importante, puede señalar que la Reina de Inglaterra opinaba que sí. Y piense que ha tomado tostadas con mermelada con el Oso Paddington.
En una nota un poco más seria, la entidad de caridad juvenil líder en el Reino Unido, Prince’s Trust, usa la tecnología de SAP para equipar a su plantilla de modo que puedan lograr su objetivo de liderar e inspirar a los jóvenes en situaciones de vulnerabilidad.